En un informe especial publicado hoy, el Tribunal de Cuentas Europeo pide una aclaración sobre las contribuciones de los fondos de la UE a la eficiencia energética en las empresas. Los auditores concluyen que la financiación de la UE todavía no está suficientemente ligada a las necesidades de la empresa. En cuanto a los resultados previstos, no es posible captarlos en el marco vigente de supervisión, pero es probable que solo contribuyan modestamente a los objetivos de la UE en materia de eficiencia energética. Entre otras cuestiones, los auditores hallaron pruebas que indicaban que algunos proyectos podrían haber sido fructíferos sin ayuda pública.
Si bien la eficiencia energética constituye una parte importante de la ambición de la UE para alcanzar la neutralidad en emisiones de carbono de aquí a 2050, todavía es necesario realizar un esfuerzo significativo, y las empresas tienen una importante función que desempeñar. Por tanto, junto con las propias medidas de los Estados miembros, la UE destinó cantidades significativas de financiación al apoyo de las mejoras de la eficiencia energética en empresas entre 2014 y 2020.
Los auditores observan que el nivel previsto de apoyo de la política de cohesión de la UE ha disminuido en los últimos años, pasando de una dotación global fijada en 3 200 millones de euros en 2016 a 2 400 millones de euros en 2020. Por otro lado, la mayor parte del gasto se ha concentrado en unos pocos Estados miembros. Solo cinco de ellos (Chequia, Polonia, Alemania, Italia y Bulgaria) representan dos tercios del gasto asignado a la eficiencia energética en empresas.
«Mejorar el rendimiento energético de las empresas, con independencia de su sector de actividad, es crucial si la UE quiere lograr su objetivo de reducir las emisiones al menos un 55 % de aquí a 2030», afirma Samo Jereb, Miembro del Tribunal responsable del informe.d «Hasta la fecha, sin embargo, aún no está claro el efecto real de la financiación de la UE para la eficiencia energética en empresas».